Madre solo hay una. Es por ello que celebrar cada año el Día de la Madre es hacer feliz a la persona más especial que puede existir en la vida de todos nosotros.

De igual manera que nuestros hijos crecen, nosotras las mamás también vamos creciendo con ellos, desde la “dulce espera” hasta el día que nuestros pequeños hijos no son tan pequeños.

De igual manera, este crecimiento va desde antes de tener a nuestros bebes en brazos, en las cuales se puede dividir en cuatro grandes etapas que se van desarrollando a medida que los bebés van creciendo: la dulce espera, la neo-madre, la madre educadora y la madre con hijos adolescentes a punto de convertirse en mayores de edad.
Todas estas etapas son muy importantes y desarrollan diferentes características en la vida de una madre.

Se tiene que recalcar que cada bebé y cada mamá es muy diferente, por lo tanto, estas etapas son únicamente una representación general y descriptiva los sentimientos de cada etapa, quizás existan mamás que no pasen por todas ellas, o que alarguen más una etapa que otra, o que vivan unas fases diferentes.

Madre primeriza 

Es el inicio de una larga carrera de madré, la cual vivirá el proceso emocional y físico, sueña mucho en cómo será la carita de su bebé y tiene una preocupación natural si se encontrará bien o no (descuida todo está muy bien dentro de tu pancita), también piensa en cuanto lo cuidará y en lo feliz que será cuando estén juntos.

En esta fase es muy normal que nuestra imaginación este a flor de piel y no esta mal expresarlo con nuestra pareja o familiares. También en esta etapa es común imaginar hasta dónde crecerá nuestra pancita, de qué color tendrán esos hermosos ojos, que nombre le podremos, si queremos saber el sexo del bebé o no…

Es la espera de una madre soñadora, emocionada a mil, una madre antes de convertirse en tal.

Así pues, en esta fase, tanto la familia como la pareja no deben olvidarse de tratarla como mujer y no sólo como futura madre. Animarla a seguir haciendo su vida como antes de quedarse embarazada y a seguir cultivando sus aficiones e intereses. Por supuesto que el bebé será lo más importante para ella, pero además de madre, siempre seguirá siendo mujer.

En estos meses también es agradable preparar con mucha calma y amor nuestra casa para la llegada del bebé. Ir eligiendo poco a poco la cunita, el carro, y demás accesorios y ropa. Eso sí, sin agobios ni prisa. Es muy interesante también compartir conversaciones con abuelas y tías para pedirles consejos de primeriza y también leer libros que relajen la mente y nos ayuden a comprender mejor los cambios que experimentará nuestro cuerpo.

Para todas ellas… ¡Feliz Día de la Madre!

 MOY